Nuestro grupo empezó a repartir cargos y tras unos minutos
de confusión e indignación, Pablo fue colocado como escritor aunque luego fue
sustituido por Alejandro, mientras, nuestro mecánico, Ferlón, estuvo trabajando
con el sensor de luz y Gonzalo comenzó a programar la misión: “¡¡No te caigas!!”
Mouad nos cogió un cable, pero Gonzalo seguía trabajando a la
misma vez que instruía en este arte a Pablo; Álvaro seguía trabajando con el
sensor antes mencionado.
Al seguir investigando, una vez finalizado la adición del motor, consiguieron obtener el color de la mesa, que avanzara hasta que detectase otro color diferente al que anteriormente se obtuvo de la mesa y entonces se parara.
Al seguir investigando, una vez finalizado la adición del motor, consiguieron obtener el color de la mesa, que avanzara hasta que detectase otro color diferente al que anteriormente se obtuvo de la mesa y entonces se parara.
Prueba
maravillosa de funcionamiento… SUPERADA!
Tras la prueba, Gonzalo (coordinador), Pablo (asistente) y Álvaro (mecánico), los tres
juntitos comenzaron a programar una difícil prueba de: “Color, colorín que te
vi”.
No era el
sensor de color, era el de luz XD.
...Y tras el
fracaso absoluto
...tras la tempestad
...tras la rabia infinita…
Se hizo el color!, es decir el sensor de luz y completada quedó la prueba.
...tras la tempestad
...tras la rabia infinita…
Se hizo el color!, es decir el sensor de luz y completada quedó la prueba.